Avanzan las obras del Museo de Arte Contemporáneo Atchugarry (MACA) sobre la ruta 104. Conversamos en exclusiva con Pablo Atchugarry de su proyecto pensado para posicionar el arte de la región a nivel internacional.
¿El arte siempre fue una necesidad para vos?
El artista necesita sacar el mensaje que lleva adentro, que ha recibido como un legado, y lo tiene que sacar a través de su trabajo. En ese sentido arrastra una necesidad permanente. Hoy vivimos en el mundo del arte contemporáneo donde el artista ya no hace las obras. No es hacedor. Yo digo que de esa manera el artista se convierte en un proyectista, no es un hacedor. Hay un artista que se vuelca al hacer; para que surja ese mensaje a través del circuito: mente – corazón – manos…
Pienso en Sol Lewitt, Bruce Nauman o Dan Graham, íconos del postminimalismo y conceptualismo de los artistas de los ´60 / ´70 ellos concebían el arte como proyecto para que otro lo ejecute. ¿Para vos el arte puede ser algo conceptual, y su realización quedar en manos de realizadores?
Yo trabajo fundamentalmente en mármol, ahora he incorporado el hierro o el acero, pero fundamentalmente mi material es el mármol. En ese sentido el material, el mármol ya estaba en el mundo. De algún modo el artista se reestructura frente al material, no compite con el creador. Así es como el rol del artista se ve dimensionado de un modo diferente. Como diría Miguel Ángel colaboramos con una obra que ya estaba en la naturaleza, en el bloque. Volvemos a la naturaleza como fuente. Nosotros los artistas vemos esa obra y según la conexión y atención que tengamos podemos ver más cosas y conectarnos de manera más profunda con la creación.
¿Cómo surgió la idea de un museo de la escala del MACA?
El museo no fue pensado ni siquiera proyectado en una primera etapa, sino que nació como una intuición…
Una intuición que en el caso del MACA podríamos llamar… monumental ?
Si, es cierto … monumental (sonríe). Quiero decir no fue un hallazgo puramente intelectual, fue una intuición que nació después de la charla con amigos. Un amigo acá en Uruguay y otro en Italia. La preocupación de estos amigo sin herederos era pensar en el “después”; en el legado que dejamos a otros… y también el fin último de una obra. Después de eso, empecé a escuchar esa preocupación en otros creadores y artistas. El factor tiempo está muy presente en nuestras vidas. El tiempo no lo conocemos. Nosotros no conocemos nuestro tiempo. Nuestro tiempo de vida es un interrogante, nuestra certeza es lo que dejamos a otros…
Los romanos que tenían una concepción diferente a la nuestra del tiempo basada en ese legado que dejaban a las nuevas generaciones, pensaban en obras que duraran mil años por lo menos….
Cuando pienso en una escultura para emplazar en el parque pienso en eso; cuanto será su duración y cuando será su probable fin…. Será acaso en 5000 años? Eso es porque con una obra se abre toda una nueva dimensión del tiempo y a la naturaleza. Ese es todo un tema para mí: “tiempo y arte”. A veces pienso en autores que existieron y que fueron aplaudidos y luego olvidados. Entonces de nuevo, el tiempo. Por eso la preocupación de estos coleccionistas amigos era el tiempo y las obras que atesoraban. Por eso me decidí a armar el museo. Y como yo soy una persona de palabra y mi palabra es un documento me decidí a hacer el museo. Me decidí y se lo conté a Ott que es un amigo y a mis sobrinos (Mariana, Tania, Gastón y Federico) que fueron los que heredaron la empresa de construcción familiar, fundada por Pedro y Alejandro, mi padre y mi hermano y que están haciendo posible la realización de este sueño.
Ya no hay marcha atrás, ya quemé las naves como hizo Cortés.
El museo tendrá tres salas de exhibición para muestras contemporáneas itinerantes -principalmente de esculturas y pinturas- y una para la colección permanente con especial atención en el arte uruguayo
El museo tendrá tres salas de exhibición para muestras contemporáneas itinerantes -principalmente de esculturas y pinturas- y una para la colección permanente con especial atención en el arte uruguayo
MACA es un proyecto pensado no sólo para posicionar el arte de la región en un plano internacional sino pensando en generar contenidos permanentes para aquellos que eligen Punta del Este todo el año…
Por supuesto, la idea es no sólo presentar la colección de la Fundación y muestras de artistas americanos sino articular el museo con otras instituciones de la región y del mundo. Alrededor de la Fundación se instalan muchas familias para vivir todo el año
Tenmos una colección muy interesante. Hay una obra de Julio Le Parc, concebida especialmente para el museo, también una obra de Frank Stella un artista que me interesa mucho. El museo se acondicionó especialmente para ciertas obras por sus perspectivas y altura. La idea es proteger, recoger y albergar y cobijar las obras de muchos creadores y ponerlas a disposición del público e intercambiar obras con otras instituciones.
Este barco de los sueños que es el museo empieza al mismo nivel del terreno y luego alcanza un desnivel de 7 metros. Es proyecto que permite exibir todo tipo de obras.
Se tomó la decisión de trabajar con madera uruguaya, de eucalyptus grandis. La madera se exportó en láminas hacia Francia, donde se la procesó, haciendo el encolado, prensado, y posteriormente el mecanizado de las piezas, con sistemas de corte por control numérico.
Se tomó la decisión de trabajar con madera uruguaya, de eucalyptus grandis. La madera se exportó en láminas hacia Francia, donde se la procesó, haciendo el encolado, prensado, y posteriormente el mecanizado de las piezas, con sistemas de corte por control numérico.
¿Es un proyecto fundamentalmente pensado como una nave hecha en madera?
Una suerte de nave que desciende en madera y vidrio. Son maderas uruguayas tratadas en Francia. Es un sueño que va realizándose… Para mi todo está en los sueños y todo se vuelve posible si mantenemos vivo el niño que hay en cada uno de nosotros.
El museo entonces es una invitación colectiva a soñar…
Yo de chico fui disléxico, muchos problemas para aprender y estudiar. La maestra borraba el pizarrón y yo no había logrado copiar lo que había escrito. El profesor de pintura le dijo a mi padre tiene condiciones, pero de la pintura no va a poder vivir. Y mi padre dijo… si este pintor vive de la pintura porqué no puede vivir él. ¿Por qué no? Porqué es imposible…. Mi padre pintaba, conoció a Torres García. Yo los domingos pintaba junto a él, fui respirando esa posibilidad. Para mi familia y para él fue un gran orgullo. Recuerdo a mi abuelo en el hospital, que estaba internado con un cáncer, yo estudiaba arquitectura y había decidido dejar de estudiar. Mi abuela se sentía dolorida pero mi abuelo le dijo – Catalina, es eso lo que eligió… y si lo eligió tiene que hacer lo que él quiera.
Uno recompone siempre ese ciclo, en un campo unificado con otros . Vos recibiste todo ese empuje de la vida y de los tuyos y hoy se lo transmitís generosamente a otros...
Yo pienso estas cosas como algo coral, si todos levantamos la voz al universo somos más escuchados.
@reyrolex Todos los derechos reservados, prohibida su reproducción
Agradecimientos: Pablo Atchugarry , Silvana Neme, Jimena (Fundación Atchugarry), Georgina Gil de Castro. Fotos: Gentileza Fundación Atchugarry